- El propietario de la vivienda se encerró en el interior tras sacar los enseres de los inquilinos al rellano de la finca.
- El allanamiento de morada y el propio estado de salud del detenido determinó la entrada por una de las ventanas del inmueble para garantizar su integridad.
El día 31 de mayo a las 20:30 la Sala de Operaciones de Policía Local recibió llamada de por parte de los afectados, quienes con contrato de arrendamiento en vigor habían encontrado sus enseres en el rellano de la escalera y al propietario de la vivienda encerrado en su interior.
La pareja, con un bebé de 9 meses, reaccionó requiriendo presencia policial ante este allanamiento de morada y poniendo en antecedentes a los agentes. Al parecer, por motivos personales, el arrendador venía insistiendo y coaccionándolos para abandonar la casa en las últimas semanas, al parecer por no disponer de domicilio propio en ese momento. La patrulla trató de entablar conversación con el implicado, que se acercaba a la puerta, la empujaba e incluso rascaba, pero no respondía y bloqueando la puerta desde dentro. Se llegó a intentar mediar mediante la presencia de un familiar, sin resultado, pero que informó a los actuantes sobre una enfermedad respiratoria.
Poniendo atención sobre este hecho, las UTE (Unidades Territoriales) en el servicio pudieron comprobar la respiración alterada e intermitente, existiendo un posible riesgo para su integridad física. Mediante una dotación de Bomberos, se accedió a través de una ventana, encontrando la patrulla al implicado de pie con un cuchillo junto a la puerta. Al verlos se refugió en el aseo, asegurando y deteniendo sin que esta persona mostrase signos de resistencia alguna, pese a la escena previa. Previo paso por centro médico, fue trasladado a dependencias policiales.